El Mundo Que Creamos llega a Ghana (segunda parte)
Algunos aprendizajes más de esta gran experiencia.
¡Hola! Feliz primera semana de Octubre. ¿Cómo estás? Este mes me tomé el atrevimiento de darme una semanita más para compartir esta entrega. Necesitaba el tiempo y el descanso, ¡pero acá estoy!
Septiembre fue mi primer mes completo en Berlín y, aunque me siento más tranquila que mientras estaba de viaje, se están abriendo nuevos caminos (sobre todo internos) frente al cambio de contexto. Estoy aprendiendo mucho sobre ir paso a paso, reconociendo mi deseo de ir lento pero seguro y redefiniendo mi concepto de éxito. Spoiler alert, de esto hablaremos la próxima entrega.


Ahora, volvamos a Ghana.
Como te conté en el último newsletter, me quedaron algunas cositas más en el tintero acerca de mi viaje a África. Así que hoy te voy a relatar los últimos insights que me dejó esta experiencia.
La conclusión que saqué luego de visitar la plaza de la independencia de Accra, lo que aprendí sobre el progreso y la vulnerabilidad en el mercado de artesanos y en un evento de networking y los consejos valiosos que me dejó visitar una de las ONGs más importantes de Ghana.
En la última entrega exploramos el nivel del Ser y el Comprender. En esta, empezamos en el Comprender y llegamos hasta el Actuar.
Así, concluyo mi crónica de este viaje que tanto significó para mí.
Espero que lo disfrutes.
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Relación de independencia
El lunes 22 de Julio, el co-lab oficialmente comenzó.
La actividad preparada para ese día fue un recorrido por la ciudad. Fuimos a la Plaza de la Independencia, donde un arco decora el centro recordando los valores que llevaron a Ghana a ser la primera colonia africana en liberarse de sus opresores.
Ghana fue liberada en 1957.
Para darte una perspectiva de lo reciente que es esta fecha, mi papá nació en 1955. Mi papá tiene más años de vida que Ghana siendo una república independiente. Ah, y como leíste recién, fue la primera colonia africana en serlo.
Tal vez lo único positivo de que los procesos de independencia de las ex-colonias africanas sean tan recientes, es que quedaron registrados. Argentina también fue colonia pero, dado que fue liberada en el siglo XIX, no hay registros fotográficos y audiovisuales.
Escuchar la historia de liberación de Ghana, conocer que las ex-colonias africanas enfrentan desafíos extremadamente parecidos a los que tenemos en Latinoamérica y ver videos del día que anunciaron en el país que eran libres de Gran Bretaña, me recordó las palabras de un ensayista africano que leí hace casi diez años. No recuerdo su nombre o el nombre del libro pero en él, hablaba de cómo en el planeta, existen muchos tiempos sucediendo a la vez.
Naciones que están “en el futuro” (o en su tipo de futuro específico), otras que están más “atrasadas” (generalmente desde un punto de vista euro-céntrico) y múltiples líneas de tiempo más que suceden al unísono, separadas por una frontera imaginaria.
Ese día, mientras nos contaban la historia de Ghana, pensé en las historias de independencia de cada uno de nosotros. De los creativos y los agentes de cambio que buscamos crear algo propio y descolonizar nuestro tiempo y nuestras ideas para recuperar nuestra soberanía cognitiva.
Me puse a pensar en lo importante que es recordar que hay múltiples líneas de tiempo sucediendo al unísono. Reconocer que algunos de nosotros comenzamos con más ventajas que otros, tal vez con más recursos y oportunidades. Saber que podemos aprender de quienes ya se han liberado hace más tiempo y también de quienes acaban de hacerlo.
Aprender ha-siendo vulnerable
Luego de visitar el centro históricos de la ciudad, fuimos al mercado de artesanos. Esta experiencia me recordó lo importante que es aprender haciendo.
No hay nada más efectivo que el aprendizaje experiencial y, en ese sentido, viajar y conocer lugares nuevos nos provee de muchísimas oportunidades para hacer cosas que en casa nos da miedo y así mejorar habilidades claves para nuestros procesos creativos.
En el mercado, me tocó negociar. Los precios no existen, sobre todo para los turistas. Por ende, nuestros guías locales nos dieron algunos consejos sobre cómo conseguir el mejor valor. Ofrecer la mitad del precio que te digan, seguir bajándolo y, si no nos convence el número, decir que no e irnos. Probablemente el vendedor nos venga a buscar.
Decir que no e irnos.
Para alguien que está recién aprendiendo a poner límites en sus vínculos y priorizar sus necesidades, me daba terror.
Lo hice. Lo intenté. Logré mejores precios que en la primera visita que hice ni bien llegada. Aún así, no logre los precios que lograron mis compañeros.
Mejor que ayer, un poquito peor que mañana. Eso es progreso. Pensé.
En la misma línea de esta “aprender ha-siendo vulnerable”, el segundo o tercer día de la semana, nos llevaron a un evento de networking.
Para quienes no saben qué es (yo no lo sabía hasta que fui), un evento de networking es una reunión donde participan diferentes profesionales y, en el mejor estilo speed dating, tienen conversaciones cortas donde buscan puntos en común para colaborar.
En este caso, los participantes éramos nosotros, otros fundadores de organizaciones y startups africanas, filántropos e inversores. El objetivo era que podamos charlar con personas que tal vez elijan invertir en nuestra idea o puedan conectarnos con oportunidades o mentores claves para el momento en el que está nuestro proyecto.
Como yo nunca había estado en un evento así, no sabía qué hacer. Mis compañeros de programa, algunos ya con muchos años de experiencia dirigiendo su organización, me mostraron con su ejemplo la dinámica.
Saludarse, decir tu nombre, hablar del país de donde venís. Luego, contarle al completo desconocido en frente tuyo de qué trata tu proyecto lo más brevemente posible. Después del pitch, contar qué estás buscando en este momento. ¿Necesitás dinero? ¿Para qué? ¿Estás buscando contratar a más personas? ¿Quiénes?
En resumen, como en las relaciones interpersonales, un networking efectivo sucede cuando sabemos qué tenemos para ofrecer y qué necesitamos del otro. Y podemos comunicarlo de manera clara.
Las primeras conversaciones que tuve me sentí TAN perdida. Nunca había practicado como pitchear EMQC. No de esta manera. Las primeras personas con las que hablé me miraron sin entender muy bien qué hacía y simplemente asintieron y sonrieron. Sentí tanta vergüenza.
Me alejé del grupo, traté de calmar mi ansiedad y mis pensamientos automáticos y críticos. Decidí usar todo lo que aprendí hasta ahora trabajando con personas y ser brutalmente humana en mis próximas conversaciones, las cuales comencé con esta frase:
“Hola, este es mi primer evento de networking, tengo miedo y me siento muy nerviosa. ¿Cómo te llamás?”
Las personas que conocí de esa manera, sonrieron inmediatamente, se relajaron y dejaron de lado los disfraces de empresarios, fundadores y personas importantes que todos nos habíamos puesto. Pudimos charlar. Les expliqué el momento en el que está mi proyecto. Les conté qué preguntas me quiero responder. Dejé de pitchear, de tratar de impresionar. Fui honesta y vulnerable.
¿El resultado? Muchos me ofrecieron ayuda. Me hicieron las preguntas incómodas necesarias para destrabar mi visión sobre mi proyecto y me dieron consejos que se volvieron tesoros para mí.
Las últimas conversaciones las disfruté. En acción, iteré, reformulé mi estrategia, probé diferentes formas de hacer networking y aprendí muchísimo sobre mí y mi proyecto. Aprendí haciendo y ahora, estoy un poco más lista para mi próximo evento.
En medio de los workshops y los tiempos libres, fuimos a visitar organizaciones sociales de Ghana.
Yo elegí ir a visitar Future of Africa (FOA), una organización sin fines de lucro que tiene como misión ayudar a la juventud africana a romper con el ciclo de extrema pobreza en África. Esto lo hacen relacionándose con jóvenes en situación de calle, ayudándolos a encaminarse en una dirección saludable.
FOA actualmente brinda a los jóvenes que rescata de las calles un plan educativo de 5 años donde adquieren conocimientos técnicos, empresariales y de bienestar para que puedan desarrollar sus propias fuentes de ingresos.
Esta visita fue, para mí, mi momento preferido de todo el Co-Lab. Fue muy emocionante estar en el centro donde los jóvenes tienen clases. Poder ver el impacto que la iniciativa está teniendo en la vida de estas personas que no eligieron el camino que les tocó.
Por eso, para este último nivel, el de la acción, quiero contarte todo lo que aprendí de Future of Africa y de su fundador, TK Mawuli Azaglo sobre crear proyectos con propósito, corazón y futuro.
La transformación lleva tiempo
Luego de recorrer las instalaciones, el equipo nos presentó el camino de transformación que atraviesan los jóvenes que adoptan en su programa de 5 años.
El mismo tiene cuatro partes: midzo (let’s go), miahaya (let’s heal), miasrornu (let’s learn) y mialike (let’s be established).
En cada etapa FOA tiene programas, actividades y procesos para guiar a los jóvenes y acompañarlos en los desafíos que se presentan al intentar quebrar con el ciclo intergeneracional de pobreza.
Como diseñadora de experiencias en productos y servicios (y como ser humana) el conocimiento profundo que tienen sobre qué necesitan los jóvenes a cada momento me impresionó.
Por eso, le pregunté al fundador cómo construyeron esa claridad. ¿Cómo mapearon todas las variables? ¿Cómo definieron los momentos del journey? ¿Qué ayudó?
Su respuesta validó por vez número mil lo que ya sé, pero necesito recordar continuamente.
“Aprendimos sobre la marcha. Haciendo. Lo importante es no perder de vista la individuo y lo que va atravesando en el proceso.”
FOA comenzó hace 16 años, primero como un club universitario que TK armó en Canadá, mientras allí estudiaba. Luego se transformó en viajes educativos de Canadá a África. Finalmente, TK volvió a Ghana con su familia y en 2015 comenzó a ir a la calle con voluntarios a realizar talleres y juegos con los jóvenes.
Así, de a poco y a través de la prueba y error, TK nos contó que fue encontrando tendencias en las historias de los individuos que ayudaban. Que tuvo que dejar de lado su miedo a cometer errores y, sobre todo, desarrollar comodidad al habitar el desorden de la incertidumbre mientras daba cada paso.
Gracias a estos 16 años de pruebas y experimentación hoy pueden entregar una experiencia que realmente transforma la vida de estos jóvenes. Y como nos dijo TK, “transformar vidas lleva tiempo.”
Cómo mantener la motivación
Pero dieciséis años es mucho tiempo.
¿Cómo se mantiene la motivación durante más de un lustro?
Esa fue una de las preguntas que uno de mis compañeros le hizo a TK.
Primero, nos dijo que identifiquemos qué nos enciende y sobre qué aspecto de eso que nos enciende tenemos control en nuestro contexto.
Por ejemplo, a mí me enciende la educación, la transformación personal y la creatividad e innovación. En mis ojos, la creatividad y la innovación son experiencias educativas que nos transforman como seres humanos y, por ende, como sociedad. La unión de estos tres puntos mantiene el fuego de EMQC (y el mío) encendido.
Cuando pienso en sobre qué tengo control en mi contexto, pienso en diferentes horizontes de impacto. Los más lejanos son a largo plazo e involucran políticas públicas en educación y la construcción de una institución educativa reconocida. Actualmente, mi campo de acción es más acotado (pero no por eso menos impactante) y se trata de trabajar 1:1 con emprendedores y creativos que quieran crear cambios positivos en su comunidad y sociedad.
Para mantener la motivación, continuamente hago zoom out para recordar mi propósito y zoom in para no abrumarme con “todo lo que podría hacer”.
El segundo consejo que TK nos dió es recordar la importancia de no tomarnos a nosotrxs mismxs tan seriamente. Evitar la solemnidad. Para eso, nos recomendó la terapia y el juego.
Me sorprendió gratamente que trajera el juego como un aspecto esencial para mantener la motivación porque es algo que estoy trabajando de manera personal. Su equipo muchas veces tiene que enfrentar situaciones muy graves que traen los jóvenes que sacan de la calle. Todas las semanas, priorizan tener un espacio donde juegan juegos de mesa entre ellos para poder distraerse y recargarse mutuamente.
Finalmente, nos recordó la importancia de involucrar a otras personas en nuestra misión para que nos ayuden en el camino.
Para eso, nos dijo, es clave que facilitemos la construcción de sentido para las personas en las que buscamos ayuda. Es decir, que hagamos explícito cómo su rol influye en la misión de nuestro proyecto y nos permite resolver el problema colaborativamente. Dicho en criollo, que trabajemos nuestra comunicación y pidamos ayuda, mucha ayuda.
“Antes de cambiar el mundo, cambien su mundo”
Esta es la frase que más recuerdo de la visita a Future of Africa.
Porque TK nos explicó, para nuestra sorpresa, que por año ellos sólo toman entre 10 y 20 niños.
Digo “sólo” porque al ver el desarrollo de la organización es fácil creer que ayudan a cientos de niños, o tal vez miles. Según TK, eso es lo que desearían los inversores, siguiendo la cultura de “crecimiento ilimitado” en la que vivimos.
Pero FOA tiene algo en claro, transformar la vida de las personas lleva tiempo y también profundidad.
“Depth over breadth” nos repitió (profundidad sobre alcance). “No se enfoquen en cambiar el mundo, pongan el foco en cambiar SU mundo. Así cambiarán todo.”
Cuando pienso en EMQC y cuando charlo con otras personas queriendo transformar su vida profesional o crear su propio proyecto, noto la tendencia de confundir alcance con impacto. La cultura no nos ayuda y a veces el impacto profundo es menos cuantificable que el alcance a miles de personas.
Pero luego de escuchar la historia de Rebeca, la chica que Future of Africa salvó de la calle y la violencia sexual de la que fue víctima, después de ver sus ojos llenos de orgullo al abrir su primer salón de belleza, entendí perfectamente que, como dijo Albert Einstein:
“No todo lo que se puede medir importa y no todo lo que importa se puede medir”.
El mundo prefiere abrazarte
El último día del co-lab, nos sentamos en círculo para compartir qué nos llevábamos de esta experiencia. No tanto los aprendizajes prácticos sino personales. Además, nos pidieron que elijamos un objeto con significado sentimental que simbolice nuestra experiencia.
Yo elegí un sobre como metáfora para representar un correo electrónico y les conté esta historia a mis compañeros.
Cuando tenía 13 años, comencé a leer blogs. Principalmente blogs de personas que vivían de su creatividad, aunque en ese momento no era consciente que era eso lo que me atraía. Una de las bloggers que seguía (y todavía sigo) era Gala Darling.
Gala es over-the-top y siempre lo fue. Su visión es clara y sólida, más allá de los que los otrxs piensen sobre lo que viste, hace o dice. Su único trabajo, según sus palabras, es “sentirse bien”. Porque sentirse bien es la base de crear una vida en servicio, auténtica y grandiosa.
Por eso, a mis 13 años, le envié un email a Gala diciéndole que sentía, en lo más profundo de mi ser, que mi vida iba a grandiosa y over-the-top pero que salir al mundo me daba miedo.
Su respuesta fue corta.
“Always remember that the world would rather hug you than hurt you.”
Siempre recuerda que el mundo prefiere abrazarte antes que dañarte.
Hace 17 años no había entendido ese mensaje. Pero cuando aterricé en África, esa fue la primera frase que vino a mi cabeza al bajar del avión.
Es la frase con la que quiero cerrar esta crónica.
Primero, porque creo que el hecho de que este consejo que recibí hace 17 años haya hecho sentido recién hoy demuestra la poca linealidad de nuestros procesos creativos.
A veces sentimos que tenemos que “sacarle provecho” a todo inmediatamente, o entenderlo en ese momento. Y la verdad que no. La vida funciona de maneras más misteriosas y por eso, para mí, es muchísimo más rica.
Por otro lado, quiero dejarte esta frase porque si algo me enseñaron África y esta semana junto a mis queridos Global Solvers es que la única forma de vivir en grande es si nos animamos a creer que afuera hay más ayuda y soporte del que nos imaginamos.
Abrirnos a esa posibilidad es la única manera que tenemos de abrirnos a la vida.
Hasta el próximo mes.
Gracias por estar ahí,
Aye.
Siempre me encanta leerte, pero esta vez me llegó a lo más profundo del alma. Vengo de meses de mucha desmotivación y no saber qué quiero y ver que la ficha eventualmente cae en su lugar y todo es por algo me devuelve un poquito la fe y me emociona. Gracias 💜